Con la Navidad acercándose más y más, empezamos a ver ornamentos y luces por todas partes. Pero ¿quién las inventó y cómo devinieron tan utilizadas? Si te has preguntado alguna vez del origen y de la historia de las luces de Navidad, aquí tienes la respuesta.
Las luces y la Navidad
Las luces eléctricas son, obviamente, una invención bastante nueva, del siglo XIX, como muchas otras tradiciones que asociamos con la Navidad. Pero la tradición de usar luces como decoraciones es bastante antigua.
Probablemente sabes que, antes de la electricidad, la gente decoraba su árbol de Navidad con velas pequeñas – amarradas en el árbol o pegadas con cera fundida sobre las ramas. Estas eran utilizadas como símbolo religioso, para representar la luz de Jesús y, aunque creaban una atmósfera especial, no se puede ignorar el riesgo que representaban. Así que la transición de las luces eléctricas hizo los adornos de Navidad mucho más seguros.
Las luces eléctricas
El hombre conocido como inventor de las luces de Navidad se llamaba Edward Johnson y era amigo y socio del famoso Thomas Edison. El gran momento tuvo lugar en los 1880s. Como era el vicepresidente de la Compañía de Luz Eléctrica Edison, tuvo tales luces eléctricas fabricadas especialmente para él. En la ventana de su casa de Nueva York, el 22 de diciembre de 1882, expuso su árbol decorado con una guirnalda de 80 luces eléctricas blancas, rojas y azules. Un periodista de Detroit publicó su historia y así llegó Johnson a ser conocido como el inventor de las luces navideñas. Johnson empezó una tradición de utilizar más luces cada vez: en 1884, su árbol era decorado con 120.
Al principio, las luces eléctricas no tuvieron mucho éxito en las casas de los ciudadanos: la electricidad no era tan frecuente, la gente aun no confiaba mucho en ella, y, además, las luces costaban mucho. En 1900, una guirnalda de 16 luces costaba unos 12 dólares, equivalente a 350 dólares hoy en día.
Sin embargo, en los 1900s, las empresas empiezan a decorar sus ventanas con luces eléctricas. Las primeras guirnaldas de luces para uso comercial son producidas por General Electric. En los 1920s devienen más accesibles y sus precios bajan hasta que, en los 1930s, se pueden ver en todas partes cada diciembre. Solo en esta década se puede decir que las luces eléctricas reemplazan las velas en la mayoría de los árboles de Navidad.
Una figura con un rol importante en la popularización de las luces de Navidad fue el presidente Grover Cleveland. Gracias a él, en 1895, la Casa Blanca tuvo su primer árbol de Navidad con luces eléctricas.
Las luces eléctricas empiezan a decorar no solo árboles de Navidad, sino también edificios y casas, empezando en 1919, cuando el electricista John Malpiede decoró el Civic Center Park de Denver, Colorado, con guirnaldas de luces.
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