El viernes 24 de abril, una revuelta de detenidos comenzó en la unidad federal de Devoto en Buenos Aires, Argentina. Hace diez días se confirmaron los primeros cuatro casos positivos de COVID-19 en el penitenciario. Y, ese es el motivo de la revuelta. Los detenidos no quieren morir o infectarse y piden a los jueces habilitar las prisiones domiciliarias.
El ministerio de Justicia va a negociar con los delegados de los detenidos para poner fin al motín.
Las autoridades afirman que van a tomar medidas para prevenir el contagio del COVID-19 en las cárceles.
La cárcel de Devoto es la única cárcel ubicada en Buenos Aires. Aloja 1800 presos y todos ellos son adultos y la mayoría con prisión preventiva.
Desde el máximo tribunal penal de Argentina, la Cámara Federal de Casación, informó que emitieron una acordada, instando a los jueces a conceder el arresto domiciliario a los detenidos que integren el grupo de riesgo. Las embarazadas y madres de niños pequeños también están incluidas siempre y cuando estén acusados de delitos leves y no violentos.