En el espacio sagrado de la cocina, donde los olores y sabores crean los momentos de la infancia que con el paso del tiempo serán los recuerdos de los adultos agitados, que prefieren todo lo que contiene rapidez: comida rápida, vehículos rápidos…sentimientos rápidos, Laura Esquivel intenta guardar lo esencial de lo humano: el amor y la libertad.
“Como agua para chocolate” es una mezcla de todo lo que es más representativo por el espíritu mexicano: la comida, que es patrimonio nacional, el amor, la familia, las tradiciones y la revolución tanto del interior como del exterior.
El libro de la autora mexicana Laura Esquivel fue una obra representativa para la literatura femenina del post boom y una influencia para la literatura y la cinematografía de los años ‘90.
La acción se sitúa en el tiempo de la Revolución Mexicana de 1910, en el rancho de la familia de la Garza.
La familia está formada por mamá Elena y sus tres hijas: Rosaura, Gertrudis y Tita. La hija mejor, Rosaura, se parece mucho a su madre conservadora, que le impone el respeto a sus hijas con el puño de hierro. Gertrudis es la hija ilegítima de mamá Elena y un mulato llamado Jose Treviño que servirá en la revolución como soldado y se convertirá en generala. Finalmente Tita es la protagonista y la hija menor que tiene que seguir las tradición de no casarse y de cuidar de su madre hasta su última respiración. Pero, a pesar de todo, Tita está enamorada de Pedro que llega a casarse con su hermana Rosaura para poder estar junto con su amor, siempre intentando romper las reglas impuestas por la madre a través de la novela.
Se pone mucho hincapié en la condición de la mujer y su relación con la cocina.
Se utiliza la revolución nacional como una reflexión de la revolución personal que hace Tita para superar su condición impuesta por la sociedad de solo cocinar y cuidar a su madre. Ella quiere romperla y no dejar que las generaciones futuras pasen por la misma suerte.
Lo más interesante es que la autora utiliza el realismo mágico, famoso por la obra de Gabriel García Márquez.
Ella lo utiliza para señalar, a través de estas exageraciones, el mal tratamiento de la mujer, su condición inferior frente al hombre y la importancia de los sentimientos. Muchas veces a estos se les atribuyen aspectos como la debilidad y la irracionalidad, considerados propios de la parte femenina.
Como ayer fue el día internacional del libro, hoy os recomiendo esta lectura que estoy segura que os gustará mucho. “Como agua para chocolate” es el primer libro de la trilogía. Los siguientes dos libros se llaman “El diario de Tita” y “Mi negro pasado”.
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