A partir de este martes, el 7 de julio, comienzan protestas en Serbia, específicamente en Belgrado, a causa de la gestión del coronavirus. La gente protesta en contra de las medidas demasiado estrictas para frenar el brote del coronavirus. En Serbia hay aproximadamente 16.000 casos de coronavirus y 330 muertos. Según el presidente serbio Aleksandar Vucic, “Tendremos que luchar en contra del dificil otoño. No habrá ninguna vacuna hasta entonces.”
En Serbia los hospitales están llenos y el gobierno no hace mucho. El partido de Vucic ganó a finales de junio las elecciones parlamentarias. La prensa serbia acusa a los protestatarios de ser malos, opositores políticos e irresponsables. La verdad es que los policías usaron gas lacrimógeno para “calmar” a la gente.
En Serbia, la gente cree que para frenar el coronavirus el gobierno no debe hacer cambios drásticos. Poner a Serbia en el estado de urgencia otra vez significaría el colapso de la economía.
Los protestantes también acusan a Vucic por ser autoritario y por controlar la prensa serbia. La prensa pública serbia afirma que los protestatarios son irresponsables.
Mientras tanto, los canales de noticias privados de Serbia muestran cómo los policías usan gas lacrimógeno y pegan a gente inocente.
Los serbios desean otra modalidad de enfrentar el coronavirus. El método drástico de Vucic no funciona. A lo mejor si prueban el método de Suecia, podrían tener éxito.
La mayoría de los hospitales del sur de Serbia han colapsado. Natalija Jovanovic afirma que el gobierno miente que todo está bajo control y los casos de coronavirus en Serbia son 2 veces más de lo que afirma el gobierno.
En Novi Pazar, en el sur oeste de Serbia también hay protestas. Allí, los hospitales están llenos de gente y las condiciones de los hospitales son malas.
Es probable que Serbia se convierta en el nuevo epicentro del virus.