“Give it up?” o ¿Rendirse?. Es lo mismo, pero en otro idioma.
“Give it up?” No. El trabajo de Kafka es una pérdida a la humanidad. Siempre tratamos de encontrar las respuestas correctas para los demás. Pero, en realidad, sólo tenemos respuestas a nuestros problemas. La desesperación por coger el tren representa nuestra forma de huir de lo que nos rodea, de los problemas y de la gente. Al mismo tiempo interviene la necesidad de permanecer entre las cosas que influyen nuestros sentimientos.
No nos damos cuenta de que cada uno de nosotros tiene su propio camino en la vida y que no debemos compararnos con nadie.
Tal vez un cierto momento que para nosotros es demasiado tarde, para los demás el mismo momento es demasiado pronto. El hecho de que tengas prisa por llegar en alguna parte, solo representa la inseguridad que muestras hacia el desconocido, la inseguridad que sentimos al enfrentar los desafíos de la vida.
Siempre pienso que cuando nos enfrentamos a algo nuevo, a algo que aún no hemos experimentado, nos sentimos inseguros, porque tenemos enfrente nuevos desafíos en que aún no hemos pensado. Y cuando eso sucede, intentamos recurrir a alguien que nos ayude. Sobre eso habla también el trabajo de Kafka. Y porque la gente se ha vuelto insensible, o mejor dicho, siempre lo ha sido, no nos ayudarán, más bien, tratarán de hacernos renunciar. Renunciaremos a nosotros mismos, a nuestras ambiciones, a nuestro camino en la vida y sobre todo a nuestra felicidad. Si alguien te dice que te riendas, serás desmoralizado, porque una parte de ti se destruirá. A menudo, la gente que consideramos amigos nos traiciona con una sonrisa en la cara. De eso habla la mayor parte del trabajo de Kafka.
La forma en que el guardia sonríe nos hace esperar por una ayuda, pero en realidad es todo lo contrario, se ríe de los problemas con que otros se confrontan. Esta idea, de que podemos encontrar nuestro camino en la vida a través de la perspectiva de los demás, se desarrolla en el trabajo de Kafka. Cuando intentamos progresar en la vida con la ayuda de otros, en realidad damos un paso atrás.
El tiempo está bien representado en la ópera.
El tiempo siempre se acaba y nunca lo podemos atrapar. Intentamos llegar en lugares en los cuales no queremos ir, y perdemos el tiempo en cosas sin importancia, aunque ese tiempo debería ser consumido solo para cosas importantes.
No nos damos cuenta de que la belleza viene de nuestro interior. No nos damos cuenta de que nuestro tiempo nos pertenece sólo a nosotros y que tenemos que ser egoístas respecto a él. Cuando comparamos nuestro tiempo con el de otros, ponemos nuestros propios obstáculos y nos perdemos. Nuestro tiempo es adecuado solo para nosotros y para nadie más.