La irresistible llamada del teléfono móvil: cada día nos distrae más de 150 veces.
Tener un Smartphone cerca de ti puede alterar el rendimiento intelectual, incluso cuando está inactivo, escribe el investigador francés Michel Desmurget en su nuevo libro “La fábrica de cretinos digitales”.
Cada día un propietario de un Smartphone, no importa que sea adulto o adolescente, sufre en media entre 50 y 150 interrupciones al día. Es decir que interumpe sus actividades cada diez-treinta minutos, o, si quitamos el tiempo de sueño (pongamos siete horas diarias), cada siete-veinte minutos.
En la mitad de los casos esas interrupciones corresponden a elementos externos (llamadas, SMS, etc).
Las actividades de día a día son interrumpidas de las notificaciones del móvil. Por ejemplo, cuando te pones a estudiar, a trabajar o a leer algo y tienes el móvil en la mesa y viene una notificación, tu atención instantáneamente disminuye. Y aparecen varias preguntas como: ¿lo miro o no lo miro? ¿Debería esperar, mejor? ¿Respondo? ¿Quién será?…
El 50% de los padres consultan el teléfono móvil cuando conducen el coche, siendo sus hijos al lado de ellos, y 30% incluso escriben mensajes!
Como es lógico, la energía y el tiempo que esta actividad requiere afectan de un modo muy serio la fiabilidad y la productividad cognitiva. Esto en los casos positivos, porque también hay que tener en cuenta que el prejuicio aumenta de forma automática cuando el pensamiento está avanzando a partir de datos que se te ofrecen progresivamente. La atención disminuye cuando estás en una clase, en una reunión o, simplemente, durante un dialogo.
La pantalla del móvil afecta el ojo y la retina. Los ojos de los niños son más sensibles y más afectados, pero también la pantalla afecta los ojos del adulto. Por lo tanto, los padres deben controlar el tiempo que pasan en los móviles y restringir el tiempo a sus hijos, de esa manera prevenir la adicción y alejarse del Smartphone. El móvil es un objeto útil pero solo si lo usamos con cuidado y sin ponernos en ningún riesgo.
Si este artículo no te convenció, el próximo seguramente lo hará.