En el mundo actual, quedar rezagado en el manejo de las herramientas tecnológicas de la comunicación y el esparcimiento conlleva el enorme riesgo de dejarnos aislados de la vida misma. ¿Como nos vuelve ignorantes el exceso de tecnología?
En tiempos actuales, en los cuales las comunicaciones son tan impersonales, en donde pocas veces hacemos agenda porque una llamada al celular puede arreglarlo todo, en el cual la palabra “tienes wifi” ha venido sustituyendo a un “buenos días” o “buenas tardes”; ahora agravado por la realidad mundial de la pandemia que nos ha obligado a estar en casa, a no reunirnos ni a salir de casa lo menos posible, la afirmación anterior toma más fuerza aún.
¿Para qué ir al médico si una aplicación nos diagnostica nuestro estado de salud?
¿Que importa leer un libro sobre historia si un audio libro nos lo cuenta todo?. Todo lo ha simplificado la tecnología, a ella le debemos más espacios libres en casa porque los discos de vinilo de otrora, los CD’s y DVD así como sus reproductores y televisores los podemos tener todos en algún a aplicación y en la memoria de nuestra computadora. Así de fácil.
La generación de los 60’s y 70’s aunque ha sabido asimilar el cambio, se siente en algunos casos superado por la rapidez con la que estos se producen, ya no se necesitan décadas, solo en años los saltos son vertiginosos, diríamos que si la tecnología automovilística hubiera evolucionado a la velocidad de la tecnología de la comunicación u el entretenimiento hiciera años que estuviéramos viajando en autos voladores y nuestras vacaciones serían viajes a Marte o a la luna.
Pero la vida es un ciclo
El hombre de tanto avanzar termina por añorar su pasado, entonces vuelven viejas modas y usos y de nuevo comienza de nuevo. ¿Ya hemos visto la aparición nuevamente de los discos de vinilo en las tiendas, esos no se pueden descargar en spotify y ahora seremos nosotros los cincuentones los que tendremos de nuevo el control? Vaya usted a saber.
Por ahora quedan en mi memoria algunas anécdotas del pasado y del presente que dibujan la expectación del ser humano por lo desconocido. Escuchaba tantos años atrás a mi abuela embebida en las imágenes de su televisor decir, al ver de nuevo a un actor personificado un personaje luego de que en otro programa había representado a alguien que había muerto…” Bueno ¿pero ese señor no se había muerto? Y me empalagaba de una sonora carcajada y ahora pude escuchar en pleno año 2020 a un pequeño de tal vez 7 u 8 años, que al ver como funciona una vieja máquina de escribir Remington, maravillado se volteó a su mamá y le dijo…” mira mamá es una laptop que imprime de inmediato” y fue la misma carcajada con cuarenta y cinco años de diferencia.
¿Nos hemos convertido en esclavos de Internet? Descúbrelo aquí.
Autor: Jose Gerardo Sanchez Calderon