Todos tenemos miedo de las entrevistas de trabajo, hablar sobre nosotros, con la esperanza de hacer una buena impresión. ¿Qué pasa si decimos algo malo? ¿Si no podemos responder a una cierta pregunta? ¿Qué pasa si se nos mancha la camisa o el cabello está desordenado? Es difícil evitar estos problemas, pero te presentamos 5 trucos para garantizar una buena entrevista.
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Presta atención al lenguaje no verbal
Esta regla incluye el uso de las señales visuales, como el lenguaje corporal, la postura física, el tono de voz y el contacto físico.
No escondas tus manos, mantenlas abiertas y visibles encima de la mesa. Es un signo de sinceridad, pero también de confianza en sí mismo. Mantén contacto visual con el empleador. Escucha atentamente cuando habla y siempre responde con decisión, sin dudarlo. Asiente ocasionalmente para mostrar que estás escuchando, pero no demasiado.
Siempre mantén una posición firme y lo más importante, controla tus emociones.
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Encuentra puntos en común con tu reclutador
Según la teoría de la atracción, a menudo terminamos sintiéndonos bien en la presencia de las personas que comparten las mismas pasiones que nosotros.
Observa la forma en que habla el empleador e intenta acercarte a su estilo. Si sabes quién te entrevistará, puedes estudiarlo un poco antes de la entrevista. Intenta buscarlo en diferentes redes sociales. Descubre lo que puedas al respecto y usa la información a tu ventaja.
Es importante ser flexible en una entrevista de trabajo y construir las respuestas de acuerdo con la edad del empleador. Es obvio que un empleador joven te evaluará teniendo en cuenta criterios completamente diferentes que alguien de más edad.
Si el reclutador tiene entre 20 y 30 años (generación Y), concéntrate más en tus éxitos profesionales, pero también en tus habilidades.
Frente a un reclutador de 30-50 años (generación X), debes centrarte en tu lado creativo y hablar de cómo el equilibrio entre el trabajo y tu vida privada te ha ayudado a tener éxito.
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¡Es importante conocer informaciones acerca de la empresa!
El empleador está buscando a alguien implicado. Busca informaciones acerca de la empresa a la cual deseas trabajar. El empleador puede hacerte preguntas sobre la compañía, que sabes sobre ella o por qué quieres trabajar para ellos. Si puedes responder a estas preguntas, el empleador tendrá una muy buena impresión.
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¡Prepárate para preguntas menos cómodas!
En una entrevista de trabajo, no todas las preguntas “serán pan comido”. Prepárate para preguntas menos cómodas.
Es posible que te hagan preguntas sobre tu trabajo anterior, tu relación con los antiguos colegas o jefes. Debes explicar la situación al reclutador de la mejor manera, para ponerte en una situación favorable.
El empleador también te puede poner en situaciones hipotéticas. Estos métodos tienen el papel de hacerle tomar decisiones rápidas en situaciones inesperadas. Detente un poco y piensa con cuidado en tu respuesta. Intenta dar una respuesta creativa e inesperada, pero correcta, para sorprender al empleador.
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¿Cómo reaccionas a ciertas pruebas?
Importa mucho cómo pasamos todas las pruebas a las que nos sometemos. Es por eso que los empleadores tienen que usar algunos trucos tan simples que un potencial empleado podría fallar y ni siquiera notar la prueba en sí.
La prueba del café.
Al comienzo de la entrevista, el jefe lleva al candidato a la cocina y le ofrece una taza de café. Después de la entrevista, él observará cuidadosamente qué hizo el candidato con la taza: preguntó dónde colocarla, dejó la taza sobre la mesa o la lavó en la cocina. Este truco habla del carácter y los modales de una persona. También puede mostrar qué tan rápido el candidato se puede unir al equipo. La mejor decisión es ir a la cocina después de la entrevista y lavar la taza.
El jefe te hace esperar deliberadamente.
Este truco puede mostrar qué tan emocionalmente estable es el candidato en situaciones estresantes. También puede mostrar si el candidato realmente desea obtener el puesto. Si esperas pacientemente, puedes dar una buena impresión.
El empleador comienza a comportarse de una manera extraña.
El entrevistador puede ignorar al candidato, ya sea mirando la pantalla de la computadora o respondiendo a una llamada telefónica o saliendo de la habitación en medio de la entrevista. Este truco puede mostrar cómo el candidato se reenfocará o qué hará para salir de esta situación. Una de las opciones más exitosas es pedirle al entrevistador que reprograme la entrevista para otro día.
¿Cómo saber si la entrevista salió bien?
El empleador expresará su interés en ti inclinándose ligeramente en tu dirección. Él también sonreirá ocasionalmente y asentirá, aprobándote. Te muestreará los beneficios del trabajo y la actividad de la empresa.
Estos trucos ayudarán a cualquiera a superar una buena entrevista más fácilmente, pero no pueden garantizar el éxito. Lo más importante es estar seguro de ti mismo y si no sale de inmediato, tienes que perseverar.
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