Todos hemos oído algunas leyendas urbanas. No importa si las crees o no; generalmente nadie sabe cuánto es realidad y cuánto es invención, y esto las hace más aterradoras. Para los aficionados de leyendas urbanas, aquí hay tres de las más escalofriantes, directamente desde Japón.
Sukima-onna
La leyenda de Sukima-onna tiene que ver con un miedo muy común, que probablemente todos hemos sentido alguna vez: el de que alguien te está mirando; alguien a quien no puedes ver.
La leyenda trata de un hombre joven que vivía solo. Un día, empezó a sentir que alguien lo estaba mirando. Las cortinas cubrían las ventanas – nadie de afuera podía mirar en el cuarto. ¿Había alguien instalado alguna cámara o micrófono en su habitación? La paranoia que sentía bastaba para volverlo loco. Verificó cada esquina y todavía nada. Entonces la vió, finalmente: la mujer, fijándolo con su mirada, desde el pequeño espacio entre su armario y la pared.
Lo esencial sobre Sukima-onna es que puede esconderse en cualquier hueco, sin importar cuán estrecho. Ningún lugar es demasiado pequeño para ella. Podría mirarte desde el hueco entre dos muebles, desde algún cajón, aun desde alguna raja en el suelo o la pared. Pensando en todos los huecos que existen en cualquier habitación, es casi imposible cubrirlos todos; Sukima-onna parece imposible de evitar.
El cuento de Sukima-onna no es nuevo; al final del periodo Edo, en los años 1860, el samurai Negishi Yasumori recolectaba todo tipo de anécdotas y cuentos de la gente. Sus cuentos fueron compilados en 10 volúmenes. Uno de sus cuentos es casi idéntico con la leyenda moderna de Sukima-onna: un joven, sintiendo que alguien lo está mirando, empieza a buscar por toda su habitación. Logra, finalmente, encontrar el origen de la mirada: el espacio entre su armario y la pared.
¿Qué pasa si miras a Sukima-onna? Hay dos variantes en las leyendas urbanas que circulan: o te trae con ella en otra dimensión, o te “atrapa” en tu casa – osea, te obsesionas de ella y sientes que no puedes salir de la casa. En una variante, un joven no viene al trabajo por algunos días seguidos. Preocupados, sus amigos van a su casa y le preguntan qué está pasando. El hombre les dice que no puede salir de casa, porque “ella” se sentirá sola.
De manera interesante, se dice que Sukima-onna es como un virus. Si la ves en la casa de otra persona, dentro de poco la vas a encontrarla en tu casa también. Unos dicen que puedes llevarla a otra casa, para que ronde a otra persona y te deje en paz; pero, según otros, Sukima-onna no va a buscar otra víctima antes de que haya acabado con la primera.
Gozu
¿Cuál es la historia más terrible que has oído? Te aseguro que no es más espantosa que la historia de Gozu, o “Cabeza de vaca”; esta leyenda urbana trata con la más espantosa historia de horror que existe – una que te va a matar de miedo si la oyes.
La leyenda nos dice que esta breve historia, intitulada Gozu, fue descubierta en Japón en el siglo XVII. Su origen es un misterio; todas las referencias escritas a esta historia son vagas, sin detalles. Todo lo que se sabe son su título y su naturaleza espantosa: tan horrible, de hecho, que cualquiera que la oíga acababa por temblar de miedo días enteros antes de morir. Considerado demasiado peligroso, la mayoría de las copias del cuento fueron quemadas. Se cree que sólo quedan fragmentos.
La leyenda habla de un profesor que, durante una excursión con su clase, empezó a decirle a los alumnos este cuento. No se sabe cómo lo había descubierto. Los alumnos, espantados, no quisieron escuchar, pero el profesor insistió. Una hora después, cuando volvió en sí, el profesor se encontró en el autobús, ahora estrellado en una cuneta; el chófer y los estudiantes se habían desmayado.
Probablemente estás ya curioso sobre este cuento. No se sabe mucho, pero parece que se trata de un pueblo golpeado por la hambruna. Los lugareños comen todo que se puede: las vacas, los caballos, también los perros y los gatos. Un día, aparece en el pueblo una figura misteriosa: Gozu, con cuerpo de hombre y cabeza de vaca. Los aldeanos lo matan brutalmente para comerlo, y de aquí empieza la maldición del pueblo. El resto del cuento es probablemente perdido para siempre.
El infierno de Tomino
Esta leyenda es semejante a la de Gozu; trata sobre un poema embrujado. Si lo lees en voz alta, atrae catástrofes: enfermedades, accidentes o incluso la muerte.
El poema, Tomino no Jigoku, o El infierno de Tomino, fue escrito por el poeta Saijou Yaso y publicado en 1919. El poema trata de una persona, probablemente un hombre, Tomino, y de su camino por el infierno. Este camino es generalmente interpretado como el tiempo que Tomino pasa en la guerra, lo que hace el poema más realista y aún más aterrador.
En 1974, el director de cine Terayama Shuji dirigió una película intitulada Denen ni Shisu (Morir en el campo), inspirada por El infierno de Tomino. Terayama murió unos años más tarde, y algunos culparon el poema embrujado. Pero la leyenda urbana sobre los peligros que trae este poema solo empieza a difundirse después de 2004, cuando el autor Yomota Inuhiko afirma el efecto fatal del poema en un libro suyo.
Hay traducciones del poema en inglés por internet, pero la leyenda generalmente afirma que debes leer la variante original, en japonés, para que la maldición funcione.
Fuente: kowabana.net
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